Un crucero por el Nilo

Visitas imprescindibles que hacer durante un crucero por el Nilo

Aquella tarde el barco se ponía en marcha, así que teníamos la tarde libre para descansar en nuestro camarote o en la terraza superior, viendo las vistas de la ribera del Nilo y el atardecer.

Los cruceros por el río Nilo se centran en la zona entre Luxor y Asuán. Un viaje recomendado para ir con niños.

No hay mucha distancia entre ambas ciudades, unos 300 km, que se recorre en dos días y una noche de navegación.

Las demás noches del crucero se hacen en Luxor y Asuán, anclados en el muelle.

Hay cruceros de 3 ó 4 noches, que son los que recorren esta zona. Se pueden hacer remontando o siguiendo la corriente del Nilo, según el día de salida del barco.

También hay cruceros de 7 noches, que hacen esta misma zona, solo que, en este caso, se sube y se baja por el mismo itinerario.

Durante el crucero por el Nilo se ven un par de sitios arqueológicos (Edfu, Kom Ombo), pero, tras haber visitado Luxor o Asuán, uno se queda exhausto de tanta piedra, así que se agradecen un par de días relajados, viendo el transcurrir de la vida en la ribera del Nilo y los atardeceres.

Las comidas en el barco eran muy agradables. Cada conjunto familiar tenía su mesa asignada, con mantel y cubertería completa.

El buffet era muy extenso, con la gastronomía típica egipcia, pero también con platos internacionales. Además, cada día hacían una cena temática; americana, italiana, española… así que fue variada.

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Motonave Nile Godness
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Llegando a Kom Ombo
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Piscinita del Nile Godness
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Descansando en la terrazita del barco

Durante nuestra primera tarde en el barco hicimos todos una buena siesta para recuperar las horas de sueño que nos faltaban.

Fue muy agradable dormir en aquellos camarotes, con el vaiven del barco remontando la corriente del río Nilo.

De vez en cuando corría las cortinas y miraba el paisaje y veía la ribera del río con alguna aldea pequeña y pescadores con sus falucas faenando en las aguas, como sus antepasados…

Sobre las 18:00 llegamos a una población relativamente grande, donde el barco tuvo que pasar por una esclusa para salvar la diferencia de altura que hay de vez en cuando en el río Nilo, debido al sistema de presas que regulan la circulación del agua.

Es un proceso que dura una media hora, tiempo que aprovechan los locales para acercarse a la motonave desde los muelles o con sus barquitas y ofrecer a los turistas sus souvenirs.

Es espectacular como negocian… tiran sus pañuelos envueltos como si fueran bolas de tela a la cubierta del crucero por el nilo para que los clientes los puedan ver y tocar.

Es igual si luego se los devuelven o los tiran al agua, la cuestión es que los turistas tengan en sus manos el género… Es un momento divertido en el que interactúan diferentes culturas y por lo tanto acontecen situaciones graciosas.

Las negociaciones transcurren entre gritos, el intercambio de bienes es mediante lanzamientos más o menos acertados y todo ello transcurre en un tiempo relativamente corto.

Los vendedores saben que tienen 20 minutos como máximo para convencer a los compradores, de lo contrario, se irán de allí sin otro remedio.

Lo fantástico de todo esto es que la gente compra!

El sol se estaba poniendo. Vimos, navegando por el río Nilo, una puesta de sol magnífica, con tonalidades rojizas y azules, con siluetas de minaretes y palmeras en los bordes del río y alguna vela triangular ondeando.

Que magnífico momento estábamos presenciando, me imagino que el mismo que podían ver los faraones del antiguo Egipto, hay cosas que nunca cambian…

Hoy nos hemos despertado a una hora “decente”, las 07:00. Hemos desayunado en el barco; una tortilla francesa, un poco de fruta y un zumo de naranja.

Parece que hoy va a ser un día relativamente tranquilo. El barco sigue navegando río arriba y tan solo vamos a hacer varias paraditas para visitar los templos de Edfu y Kom Ombo.

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Navegando por el Nilo
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Puestas de sol impresionantes en el nilo
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Barcos atracados en Kom Ombo
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Muelle para trasladarse a la otra orilla del Nilo
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Palmeral en la ribera del Nilo

El barco sigue navegando río arriba y tan solo vamos a hacer varias paraditas para visitar los templos de Edfu y Kom Ombo.

El Templo de Edfu, una de las visitas más impresionantes que hacer durante un crucero por el Nilo

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Entrada del Templo de Edfu, mi favorito!

Sobre las 08:30 bajamos del barco y nos trasladaron al templo de Edfu en calesas tiradas por caballos.

Imaginaros, una procesión de 20 calesas en fila por el medio de la ciudad… Edfu es una población relativamente grande, situada a unos 750 km de El Cairo hacia el interior del continente.

Los griegos la llamaban Apollonopolis Magna y fue encrucijada de caminos y rutas comerciales, punto de partida de pistas que se adentran en los desiertos y las minas de oro.

Durante los 20 minutos que duró el trayecto en calesa pudimos ver el día a día de la población, su ritmo habitual, con gente comprando, caminando y deambulando por las calles. Recuerdo que Edfu me pareció una ciudad vibrante y muy viva.

Una vez llegamos al recinto del templo de Edfu, ubicado en el mismo centro de la ciudad, saltamos de las calesas y caminamos unos cientos de metros.

Este templo de Edfu, dedicado al dios Horus (hombre con cabeza de halcón) está dentro de mi top 3 de monumentos más espectaculares de Egipto; 1. Pirámides de Giza, 2. Templo de Edfu, 3. Sala hipóstila del templo de Karnak.

Desde la prehistoria, cuando la morada del dios halcón era una choza de caña, hasta el Imperio Nuevo, se sucedieron diversas construcciones en este lugar de culto.

El aspecto grandioso del templo obedece, sin embargo, a Ptolomeo III Evergetes, que emprendió la reconstrucción completa del templo original en el año 237 ac, empresa que no concluiría hasta el 57 ac, así que se trata de un templo egipcio relativamente “nuevo”.

Es un lugar maravilloso, es uno de los templos mejor conservados del país ya que estuvo durante muchos años cubierto de arena.

Existen unos dibujos de David Roberts que ayudan a imaginar como estaban en el siglo XVIII.

Al conservarse tan bien, se puede ver perfectamente la estructura del templo; El imponente pilono, el patio con columnas a los lados y la estatua del dios Horus con la doble corona, el pronaos o primera sala hipóstila, con 12 columnas espectaculares, la sala hipóstila, con 12 grandes columnas más con increíbles bajo relieves, la cámara de las ofrendas, que comunica con la terraza a través de una escalera de piedra y tras esta, la sala central donde se encuentra la capilla del dios Min.

Después se accede al santuario donde está la naos, monolito de granito gris de unos 4 metros de altura, donde se encontraba la barca del dios Horus.

En la parte exterior, en el corredor, entre el templo y el recinto amurallado, aparecen gran cantidad de inscripciones de diferentes temas religiosos, bélicos o alegóricos a la construcción del templo, además de un nilómetro.

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Columnas del templo de Edfu
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Columnas como palmeras en Edfu
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Patio del Templo de Edfu

En cuanto a las dimensiones del templo, tiene 137 metros de longitud, 79 metros de ancho y 36 metros de alto.

Disfrutamos mucho viendo este templo. Es realmente bonito e impresionante, además tuvimos bastante tiempo para poder vagar por allí y entretenernos en descifrar los bajo relieves y demás jeroglíficos.

El templo está lleno de estos y además bien conservados, así que se pueden seguir todas las historias allí plasmadas.

Tras esta visita tan interesante, volvimos de nuevo al barco en calesa. Debían ser las 10:30. El barco siguió su ruta.

Estuvimos navegando y descansando en la cubierta del barco varias horas. Fue precioso ver los paisajes que el Nilo nos ofrecía.

Es absolutamente cierto que el río es fuente de vida. A lo largo de prácticamente toda la ribera del Nilo hay palmerales donde vive gente.

Estos pueden arar sus huertos y construir su casa porque tienen acceso a agua, pero si miras varios cientos de metros más allá, aparece el desierto amenazante… Lo mismo ocurrió con la civilización egipcia, pudo desarrollarse aquí gracias a las bondades del Nilo. Toda la cultura faraónica gira en torno al río Nilo y el sol.

Hacía mucho calor, pero pudimos combatirlo cómodamente dándonos bañitos en la piscinita de la terraza.

Estuvimos hablando con varios pasajeros del crucero y comentando las vicisitudes del viaje. Mientras, seguíamos asistiendo, mecidos por el lento navegar de nuestra motonave, al espectáculo de la vida en las riberas del Nilo.

Veíamos gente pescando en sus modestas barcas, niños jugando en el agua, mujeres lavando ropa, pequeñas poblaciones con humildes minaretes, huertos, frondosos palmerales, barcuchas para cruzar el río y motonaves como la nuestra transportando a turistas.

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Jeroglificos Templo Edfu
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Estatua del dios Horus

Visita de Kom Ombo, un espectacular templo que ver durante el crucero por el Nilo

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Columnata Templo Kom Ombo

Sobre las 17:00 y tras haber comido tranquilamente y haber hecho una buena siesta, llegamos a un punto donde el Nilo describe una curva, en el que había varias motonaves ancladas.

Detrás de ellas se veían unas columnas inmensas, era el templo de Kom Ombo, nuestro próximo objetivo.

Bajamos del barco para hacer la visita de este pequeño, pero impresionante templo, situado en la cima de un peñasco que lo hace visible desde bastante lejos.

La arena lo invadió todo cuando lo abandonaron los sacerdotes, los coptos que lo habitaron destruyeron algunos relieves, antes de que el edificio sirviera de cantera.

Finalmente, el Nilo remató la destrucción comiéndose parte de la antigua terraza del templo.

Pese a los estragos del hombre y del tiempo, es difícil permanecer indiferente ante la belleza del Nilo en este lugar.

Una de las particularidades de este templo es que tiene una estructura doble, dedicada a dos divinidades; el dios halcón Horus y el dios cocodrilo Sobek.

Lo que significa que había accesos, patios, salas, capillas y santuarios por duplicado para ambos dioses.

La construcción del templo la inició Ptolomeo VI Filometor en el 180 ac. Así que se trata de un templo relativamente “nuevo”.

También es verdad que era común en la época de los ptolomeos y grecorromanos utilizar antiguas ruinas de la cultura egipcia faraónica para reformarlas y utilizarlas como fundamentos de sus edificaciones.

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Columnas templo Kom Ombo
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Representación de los dioses Sobek y Horus
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Columnas iluminadas Kom Ombo
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Jeroglífico de una mujer pariendo

En este templo se descubrieron más de 300 momias de cocodrilos, que pudimos ver en el Museo del Cocodrilo ubicado al lado del templo. Hay ejemplares realmente inmensos…

Durante nuestra visita a este templo, se puso el sol y se hizo oscuro, lo que hizo que las tonalidades de la piedra cambiasen un poco.

También encendieron unos focos que iluminaban las columnas… el efecto era fantástico.

De regreso al barco, que estaba anclado a pocos metros del templo, tuvimos que pasar por una zona donde había varios tenderetes de souvenirs y un hombre con una flauta, tocando para que una serpiente bailase a su son… Justo a la entrada del barco estaba esperando un par de chicos a mi madre y a Reyes con collarcitos.

Les debieron decir algo al desembarcar y los chicos les vieron con ganas de comprar… son muy listos por aquí estos vendedores, ya saben cuáles son sus potenciales clientes…

El barco siguió navegando esa noche, teníamos que llegar a Asuán, donde hay muchas cosas que ver.

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Momias de cocodrilo (Museo del Cocodrilo en Kom Ombo)

Esa noche en el barco se celebró la noche de los disfraces, pero fue un poco descafeinada ya que al día siguiente nos teníamos que levantar a las 03:00 de la madrugada para ir a Abu Simbel…

Cuando se hace un crucero por el Nilo, es típico que una de las noches se celebre un baile de disfraces.

Normalmente la gente se disfraza con telas, pañuelos y chilabas, a lo árabe, con lo que hasta ahora, se han ido comprando en los bazares.

Mis padres se animaron y se disfrazaron, parecían una pareja de jenízaros fatimíes dueños de una petrolera.

Yo me hubiera animado si las perspectivas de sueño hubieran sido más normales, pero solo pensar que nos teníamos que despertar tan de madrugada, me quitaron las ganas.

Esa noche cenamos todos en la terraza del barco, fue muy agradable. La temperatura era magnífica.

Organizaron allí el buffet. Luego, hubo música en vivo en la discoteca del barco, una sala con luces de colores.

Varios músicos tocaban instrumentos árabes; tam tam, panderetas y flautas, mientras animaban a la gente para que bailara.

Salió un chico dando vueltas sobre si mismo, en plan derviche giratorio, a un buen ritmo y duró bastantes minutos, no entiendo como no se dio de bruces con la columna, pues aquello era mareante… La fiesta duró poco, nosotros nos fuimos a nuestros camarotes sobre las 10:00 de la noche.

Nos convocaron a las 02:30 de la madrugada en la recepción del barco… creo que es la convocatoria más temprana que he recibido en mi vida…